Hoy ya puedo decir que tengo la L en mis manos, y esto en gran parte es por el pedazo de equipo de la auto.
Olga, tan alegre y amable siempre, la primera imagen que te llevas de la escuela y quien siempre está para ti con una sonrisa en la cara, organizándolo todo y haciendo que todo funcione de la mejor manera.
Montse, el corazón de todo; no podría imaginarme una forma mejor de aprender toda la parte teórica, tan atenta, con esa manera de explicar tan maravillosa, y siempre tan amable y sonriente, tienes casa en Jódar si alguna vez te quieres pasar.
Y Eva, no te podría agradecer más toda tu paciencia e implicación. Tantas prácticas, buenos ratos, alguna bronca que otra, pero siempre escuchando y estando para uno. De verdad que, aunque no sea tan habladora, has hecho que esto sea más llevadero, haciendo que consiga confiar en mí más cada día, hasta el día de hoy, porque esta L es de las dos. Como bien me dijiste una vez, el profesor de autoescuela nunca se olvida, y da por hecho que siempre me voy a acordar de ti con una sonrisa en la cara, eres la mejor.
Muchas gracias a todos, porque más que un equipo esto es una familia, y se hace notar.❤️