Experiencia increíble, no solo por el resultado de las fotos, que son impresionantes, sino por hacerme (y hacernos, aunque él salga menos) sentir cómoda, a gusto y, sobre todo, guapa.
Entré en el estudio nerviosa y con vergüenza, ya que nunca había posado para nadie desconocido, pero Sandra hizo desaparecer esa última palabra para hacerme sentir como si estuviera en casa. Tanto, que salí creyéndome la más guapa, un hecho que considero totalmente necesario en esta etapa en que tanto nos cambia el cuerpo y a veces nos trae alguna que otra inseguridad.
Íbamos con expectativas altas porque nos la habían recomendado para fotografía infantil (y además, solo hay que ver sus trabajos), pero desde el momento en el que llegamos, todo fue maravilloso: fácil de llegar y con aparcamiento en la puerta, puntualidad, simpatía... cómo era el estudio, su decoración, el trato, la cercanía, el vestuario, los consejos, el ambiente... no tengo nada malo que decir.
En definitiva, una experiencia 100% recomendable. Fotógrafos hay muchos, pero Sandra realmente crea la diferencia.
Muchísimas gracias a todo el equipo, es el regalo más bonito que me han hecho nunca.