Hablar de mi experiencia con Refordomus, y en especial con Domingo, quien lideró nuestra obra de principio a fin, es extenso y algo complejo, como lo fue el reto de transformar una nave destrozada, con casi un siglo de historia, en un inmueble moderno y eficiente que reflejara mi visión de la vivienda/oficina perfecta.
Antes de nada, es importante destacar que este no era un proyecto sencillo. No se trataba de una obra estándar, sino de una idea, o un sueño, que habíamos diseñado entre mi pareja y yo, yo soy diseñador y él productor. Nos reunimos con casi una veintena de constructores de diferentes empresas; más de la mitad no volvieron a contactarme, probablemente por la complejidad del proyecto. De los que sí mantuvieron contacto, solo unos pocos entregaron presupuestos profesionalmente presentados y realistas.
Domingo fue el último en visitar la obra, y desde el primer momento tuve una corazonada con él. Su actitud directa, proactiva, realista y su capacidad para entender rápidamente nuestro concepto marcaron la diferencia.
Por mi profesión, he participado en muchas obras, algunas más complejas que otras, y sé bien que las obras conllevan problemas, sorpresas, gastos inesperados, ajustes de planes y más problemas. Lo digo porque no existe la obra perfecta, y menos cuando se trata de restaurar y transformar una ruina en algo nuevo. La verdadera prueba de un buen profesional, en este caso Domingo, es su capacidad para abordar cada imprevisto con soluciones viables, ofreciendo siempre opciones claras: algunas más costosas o complejas, pero todas seguras y realistas. Cuando tienes un proyecto “loco”, lo más importante es terminarlo sin reventar el presupuesto, y eso fue exactamente lo que conseguimos.
Refordomus no presentó el presupuesto más económico ni el más caro, pero fue la única empresa que me transmitió la seguridad, profesionalidad y realismo necesarios para alcanzar la meta, y así fue.
Si estás pensando en contratar a Refordomus y tu comercial es Domingo, te adelanto lo siguiente: es una persona seria que sabe equilibrar la amabilidad con el cliente y el respeto de su equipo. Tiene una sólida experiencia en el sector y la creatividad necesaria para resolver cualquier imprevisto. Además, es alguien que, en sus momentos de relajación, sabe ser divertido, pero siempre manteniendo el foco en la obra. En resumen, es la persona que hará avanzar tu proyecto y cuidará cada detalle como si fuera suyo.
Hoy me despierto y todavía no puedo creer que hayamos conseguido transformar un antiguo leñero del Matadero, con 7 metros de altura, en una vivienda cálida, moderna y eficiente, respetando nuestro sueño inicial.
Después de varias experiencias decepcionantes en el sector de reformas, puedo decir con certeza que Refordomus no es una de ellas, especialmente gracias a Domingo. Sin duda, volvería a trabajar con ellos.
Aún no puedo mostrar mucho del antes y después de la reforma, ya que es un secreto hasta que se publique en la revista. Sin embargo, dejo aquí un pequeño adelanto. Cuando salga la publicación, compartiré más fotos.