Opinión Sincera starstarstarstarstar
22 feb 2025 en google
Acudí al despacho por un tema laboral ya que estaba viviendo una situación complicada en el trabajo.
Después de celebrarse el acto de conciliación que termina sin acuerdo, quedo a la espera de que me informe de la demanda.
Al ver que no se comunicaba conmigo, le escribo para preguntarle cómo va mi caso, y me contesta su secretaria, diciéndome que está con mi tema y que me avisará cuando lo tenga preparado.
OCHO MESES desde la última comunicación y, al no tener noticias suyas, vuelvo a escribirle y su secretaria me contesta que en cuanto tuvieran fecha del juicio me avisarían.
Unos ONCE MESES después de celebrarse el acto de conciliación, me llama mi abogado por teléfono para decirme que pensaba que había enviado la demanda y que se le había pasado el plazo y que me devolvía el dinero, le insisto en que mire si hay alguna posibilidad de seguir con el procedimiento.
Pasan los días sin noticias suyas y decido investigar por mi cuenta y descubro que para las reclamaciones de cantidad el plazo es de un año, y se lo comento.
Al final, la jueza admite la demanda. Durante el juicio presentamos unos audios que son la principal prueba que tenemos. Mi abogado cita a la persona que aparece en los audios y, sorprendentemente, durante su declaración NO le hace NI UNA sola pregunta sobre los audios grabados. Me quedé perplejo, parecía más el abogado de la empresa que el mío propio. La sensación es que vino al juicio sin prepararse. El caso, es que, obviamente, esto afectó de forma sumamente negativa a que mi demanda prosperase.
Más tarde, me comunica por email que nos han desestimado la demanda y que no se las esperaba tan mala y que era ridícula porque habían obviado la principal prueba, que eran los audios antes mencionados y que tocaría recurrir. Es decir, se queja de que no han tenido en cuenta la prueba, cuando él mismo no la ha utilizado en el juicio. Parece una broma de mal gusto, de muy mal gusto.
De nuevo, pasa el tiempo y le envío un email para preguntarle si ya ha enviado el recurso y me responde que recibió hace un par de días la autorización para presentar el recurso y me informa del coste.
Nada más y nada menos que DIEZ DÍAS después de recibir el fallo me lo hace saber a mí, y me cita para el día siguiente, es decir, deja pasar ONCE DÍAS desde que recibe la sentencia, a pesar de que solo se disponen de veinte días para recurrirla.
Nos reunimos y acordamos que se va a encargar del recurso al Tribunal Supremo, y que dependiendo de lo que le costase me diría el presupuesto.
Cuando solo quedan DOS DÍAS para que finalice el plazo me comunica que no ve viable el recurso y que me reuna con él para hablarlo
Nos reunimos y me intenta convencer de todas las maneras posibles de que desista de seguir con el procedimiento. A pesar de todo, yo le comunico que lo quiero pensar.
Tras investigar por internet, me doy cuenta de que es posible que se haya pasado el plazo para recurrir y llamo a mi abogado para preguntarle si sabe si se ha pasado el plazo y me dice que no lo sabe, que está ocupado y no me puede atender. Poco después de la llamada, me manda un email, diciendome, de muy malas maneras, que no sabe si el plazo acababa hoy o mañana, pero que me olvidara del asunto, que en derecho ya se nos habían agotado las opciones.
En vez de hablarme de forma franca y decirme desde el primer día que recibió la notificación, que él no iba a continuar con el proceso y que si quería recurrir me buscara a otro profesional, se dedicó a alargar los plazos e incluso decirme que iba a preparar el recurso de casación para después dejarme tirado y sin tiempo para poder buscar a otro profesional que sí quisiera hacerse cargo de mi caso.
Espero que este escrito sirva para que nadie más tenga que pasar por el amargo trago que he tenido que pasar yo, por un servicio que, personalmente, opino que no ha sido NADA profesional.
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